El microahorro constituye un método destinado a acumular fondos en pequeñas sumas de dinero. A diferencia del ahorro convencional, este enfoque no se limita a una única fuente de ingresos, sino que se nutre de diversas fuentes. Si su interés radica en identificar estas distintas fuentes para aplicar el microahorro y crear un fondo para sus necesidades, le proporcionamos a continuación algunas estrategias efectivas.

1- Deshacerse de artículos no utilizados

Esta práctica, además de ser saludable, le permitirá ahorrar pequeñas cantidades de dinero. No es necesario vender artículos de gran valor, pero podría considerar vender objetos de menor importancia, como CD antiguos sin uso o prendas de vestir que ya no le sirven. Acumulando diversos artículos, es probable que pueda establecer una base significativa de ahorro.

2- Comprar al por mayor

El concepto de la compra al por mayor suele asociarse únicamente a negocios. Sin embargo, ¿qué ocurriría si se reuniera con dos o tres personas y realizaran compras al por mayor juntos? El resultado sería un descenso en los precios de los artículos que normalmente compra, lo que se traduciría en un microahorro.

3- Adoptar un enfoque ecológico

Prácticas como tomar duchas más cortas, apagar las luces innecesarias, desconectar dispositivos en desuso, cambiar las bombillas por opciones de bajo consumo y cualquier otra medida que promueva la conciencia ambiental también contribuirá al ahorro de pequeñas cantidades de dinero. Cabe destacar que los dispositivos conectados consumen energía, lo que se traduce en un incremento en la factura al final del mes.

4- Cocinar en grandes cantidades

La preparación de alimentos en cantidades mayores le permitirá reducir el consumo de electricidad. Por ejemplo, si planea hornear un pollo, en lugar de cocinar una pechuga, opte por cocinar el pollo completo y congele las porciones no consumidas. Además, cocinar en grandes cantidades le posibilitará disminuir los gastos asociados a los ingredientes.