La recomendación de endeudamiento saludable es que tus deudas no superen el 30% de tus ingresos. Recuerda que es importante revisar ese monto cada vez que adquieres una nueva deuda, sumando el total de dinero destinado al pago de deudas.

Ten en cuenta que las deudas no deben alterar el pago de los gastos básicos del hogar.

Veamos el caso de una persona con un ingreso mensual de $600.000.

En la Situación 1 se muestra que esta persona, entre sus gastos, tiene una deuda de $150.000 mensuales.

A fin de mes, luego de restar a sus ingresos todos los gastos, le queda un excedente de $50.000.

Ese excedente o saldo positivo de su presupuesto mensual es un dinero que puede ahorrar o destinar al pago de la cuota mensual de un nuevo crédito.

Pero si esta persona quiere ser cauta, deberá primero chequear cuál es el monto máximo que debería destinar a la suma de sus deudas, o dicho de otra forma, saber cuál es su capacidad de pago o endeudamiento, para no exceder estos niveles recomendados.

Como dijimos anteriormente, lo primero que se debe considerar antes de adquirir una nueva deuda es tener remanente o saldo positivo en el presupuesto mensual, es decir, contar con recursos para pagar estos nuevos compromisos.

Lo segundo, es calcular cuál es su nivel máximo de deuda que puede tener. Esto se obtiene calculando el 30% del ingreso mensual. En este caso es: $600.000 * 0,30= $180.000.

Esto significa que el monto total que puede destinar a pago mensual de todas sus deudas es $180.000.

Sabiendo esto, veamos la Situación 2. La misma persona, con el mismo presupuesto, decidió adquirir un nuevo crédito, ya que tiene remante positivo. Para no pasarse de su capacidad de endeudamiento ($180.000) decidió adquirir una deuda cuya cuota mensual es de $30.000, la que sumada a su deuda anterior llega al tope del 30% recomendado, en este caso, los $180.000 antes descritos.